Yakarta, Indonesia (AP) — Es probable que las preocupaciones sobre seguridad energética, agravadas por la guerra en Ucrania, y el apoyo regulador de los países ricos ayuden a que las inversiones en energía limpia adelanten al gasto en combustibles fósiles, según indicó en un reporte el jueves la Organización Internacional de la Energía.
Sin embargo, las inversiones en carbón van camino de subir en torno a un 10% en 2023, casi seis veces lo que la OIE estima que deberían ser para que el mundo corte su dependencia de los combustibles fósiles y alcance los objetivos de reducción de emisiones para contrarrestar el cambio climático.
Está previsto que en 2023 se inviertan unos 2,8 billones de dólares en energía en todo el mundo, de los que más de 1,7 billones irían a tecnologías limpias como redes eléctricas modernas, almacenaje de energía, combustibles de bajas emisiones y vehículos eléctricos, según el último reporte de Inversión Mundial en Energía de la organización.
Algo más de un billón de dólares se dedicará a carbón, gas y petróleo, combustibles fósiles que son una importante fuente de emisiones que contribuyen al calentamiento global.
Parte del problema es que la demanda de energía supera a los incrementos en la oferta en muchas partes del mundo. Los potentes intereses de la industria energética también influyen en decisiones gubernamentales sobre inversiones, a menudo a favor de los combustibles fósiles.
La demanda global de carbón batió un récord histórico en 2022 y se autorizaron unos 40 gigavatios en nuevas plantas de carbón, la cifra más alta desde 2016. Casi todas estarán en China, señaló el informe.
Aun así, la tendencia está cambiando a favor de la energía renovable. Por cada dólar gastado en combustibles fósiles se dedican 1,70 dólares a energía limpia. Hace cinco años la proporción era de 1:1, según el documento.
También han jugado un papel medidas reguladoras como la Ley de reducción de inflación en Estados Unidos e iniciativas en Europa, Japón, China y otros lugares.
“La energía solar es la estrella y se espera que 1.000 millones de dólares vayan cada día a inversiones solares en 2023 (380.000 millones de dólares en el año en total)”, señaló el reporte, lo que por primera vez impulsaría esa partida por encima de la de producción de petróleo.
Se espera que las ventas de vehículos eléctricos se disparen en un tercio en 2023 tras crecer en 2022, añadió el texto.
Más del 90% del incremento en inversiones de energía limpia procede de economías avanzadas y China, con una cifra mucho menor en países menos adinerados. Factores como altas tasas de interés, una endeble infraestructura eléctrica y políticas poco claras frenan las inversiones en energía renovable en muchos países, indicó la organización.
Vibhuti Garg, directora en el sur de Asia del Instituto de Análisis Financiero y Economía de Energía, dijo que los países ricos se centran en invertir en sus propias economías y no en poner ese capital disponible para países más pobres.
Desde 2009, los países ricos han prometido dedicar 100.000 millones de dólares en ayuda climática a los países pobres, en su mayor parte para reducir su dependencia de combustibles fósiles como el carbón y construir sistemas energéticos limpios. Pero esas promesas de financiamiento no se han cumplido. Garg señaló que esto supone que los países en desarrollo seguirán dependiendo del carbón sucio.
“¿Cómo esperan que estos países en desarrollo hagan la transición, sino tienen dinero?”, preguntó.
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Más del 90% del incremento en inversiones de energía limpia procede de economías avanzadas y China, con una cifra mucho menor en países menos adinerados. Factores como altas tasas de interés, una endeble infraestructura eléctrica y políticas poco claras frenan las inversiones en energía renovable en muchos países, indicó la organización.
Vibhuti Garg, directora en el sur de Asia del Instituto de Análisis Financiero y Economía de Energía, dijo que los países ricos se centran en invertir en sus propias economías y no en poner ese capital disponible para países más pobres.
Desde 2009, los países ricos han prometido dedicar 100.000 millones de dólares en ayuda climática a los países pobres, en su mayor parte para reducir su dependencia de combustibles fósiles como el carbón y construir sistemas energéticos limpios. Pero esas promesas de financiamiento no se han cumplido. Garg señaló que esto supone que los países en desarrollo seguirán dependiendo del carbón sucio.
“¿Cómo esperan que estos países en desarrollo hagan la transición, sino tienen dinero?”, preguntó.
Reporte de Aniruddha Ghosal desde Nueva Delhi, India.