Por Ligia Bonetti Du-Breil (Tomado desde LinkedIn)

N&M | Recientemente escuché a uno de mis hijos referirse al llamado “Kobayashi Maru” mientras conversábamos sobre situaciones reales de nuestras vidas donde no parece haber una solución viable para ninguna de las partes.

Me quedé pensando y reflexionado sobre esta idea y decidí investigar un poco más sobre este concepto, en ese momento nuevo para mí, y que proviene de las aventuras de ciencia ficción “Star Trek” o “Viaje a las Estrellas”, en español.  Lo que descubrí me pareció no solo interesante y sino también muy útil para la vida empresarial, lo que me estímulo a escribir sobre mis aprendizajes.

Para quienes no son fans de Star Trek (como yo), les comento que la simulación Kobayashi Maru es una prueba de comando donde los cadetes de la Flota Estelar enfrentan un escenario sin solución clara ni victoria posible. Deben decidir entre intentar rescatar a la nave civil Kobayashi Maru, arriesgando sus propias naves y tripulaciones, o abandonarla para evitar un enfrentamiento seguro, pero condenando a la tripulación civil a perecer.

El significado fundamental de esta prueba se extiende más allá de su marco ficticio para tocar temas profundos de ética y liderazgo. Representa el «escenario de no-ganancia», donde las decisiones difíciles deben tomarse sin la esperanza de un resultado totalmente positivo y que obliga a los participantes a enfrentarse a sus propios valores, integridad y métodos de toma de decisiones bajo presión.

Nos recuerda que, en el liderazgo real, no siempre habrá respuestas claras, caminos sin consecuencias o que no exijan algún tipo de sacrificio. Son esos momentos los que revelan la auténtica esencia de un líder.

En el contexto de la toma de decisiones, la simulación Kobayashi Maru, sin lugar a duda, fomenta el desarrollo de pensamiento y habilidades críticas. Enseña a los futuros líderes a manejar situaciones donde los costos y los sacrificios son inevitables, preparándolos para enfrentar dilemas similares en escenarios reales. A través de este ejercicio, grandes aprendizajes surgen como la importancia de la resiliencia, la inventiva y la capacidad de elegir entre caminos difíciles sabiendo que no todas las batallas pueden ser ganadas.

La famosa respuesta de James T. Kirk a la prueba, donde reprograma la simulación para hacer posible una solución «ganadora», aunque controvertida, ilustra que, en ocasiones, pensar fuera de los límites establecidos y ser creativo  puede ser la clave para manejar situaciones complejas.

Todos nosotros, en algún punto de nuestras vidas, enfrentamos momentos que podríamos denominar «Kobayashi Maru”, y el liderazgo se diferencia en la decisión que toma de eludir la responsabilidad o enfrentar ese escenario desafiante con coraje, integridad y sabiduría.

¿Has pensado qué elegirías si tuvieras que completar el desafío? Leo tus comentarios.

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